Esta historia de la incomprensión y el enfrentamiento entre dos pueblos se manifiesta a través de la vivencias y relaciones de dos familias, una árabe y una judía, que sin esperarlo ni buscarlo, encontraron sus días inexorablemente entrelazados en un vaivén de emociones y amaneceres. Para mí, el tema más desgarrador radica en la lucha entre el bando que aboga por la imposibilidad de la amistad y el amor de sobreponerse a los prejuicios sociales y raciales que separan a árabes y judíos en su lucha por una tierra propia y el bando que defiende los lazos forjados al haber compartido la misma tierra que disputan. La luminosidad de la historia radica en difuminar las fronteras entre cada bando a tal punto en que ni los mismos personajes están seguros que siguen luchando por uno, por otro o incluso por ambos, por imposible que parezca. De ahí el título, el cual surge como un reto y un auto sacrificio para ambos de forma simultánea: "Dispara, yo ya estoy muerto".
Un lector vive mil vidas antes de morir, aquel que nunca lee sólo vive una. - George R.R. Martin