Ir al contenido principal

El Murmullo de las Abejas



El Murmullo de las Abejas de Sofía Segovia se desarrolla en Linares, un pueblo citrícola del norte de México. La historia muestra el cuadro de un México campestre fundado por terratenientes durante los años de la Revolución mexicana y la gripe española. Es una obra impregnada de realismo mágico, que nos presenta un mundo donde los niños son arrullados por mantos de abejas y donde las fábulas no sólo cobran vida, sino que predicen el destino.


Es la historia de Simonopio, un niño con una deformidad física que llega al seno de la familia Morales al ser encontrado bajo un puente por la vieja nana de la familia. Su historia nos llega contada a través de los ojos de Francisco, el hijo menor de los Morales, a quién Simonopio cría como a su propio hermano. "Así era como, en esa pequeña cara, veía al niño que llegaría a ser, los caminos que recorrerían juntos y las nuevas historias que forjarían entre los dos." La vida de Simonopio se entreteje con el destino de la familia Morales y con el de sus abejas, que lo guían día a día en un rumbo análogo y a la vez distante al del coyote, su antagonista, contra quién tendrá que batirse en duelo a muerte por la vida misma de la familia que lo acogió.

Sofía Segovia creó en Simonopio un personaje impregnado de realismo mágico: un niño que se comunica con las abejas y capaz de predecir y evitar desastres. "Sin sus abejas, la información que recibía del mundo era lineal".
Es un modelo de nobleza en un mundo plagado de injusticias y rechazos hacia lo diferente, con un poco de esa ingenuidad que tienen los recién nacidos y los animales, que ven el mundo a través de la inocencia y la claridad.

El Murmullo de las Abejas es una anécdota que tiene en su centro el amor filial, la nobleza y la valentía.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Entre José Arcadio y Aureliano

Al leer la historia de los Buendía es fácil identificarse con las peculiaridades de sus personajes, con sus intereses o incluso con sus preocupaciones. José Arcadio será el fundador de Macondo, pero sus locuras lo hacen humano. Úrsula Iguarán personifica la matriarca ideal, pero al mismo tiempo cede ante los impulsos de esposo y pierde su herencia. Muy parecido a la trama de sus descendientes, cada uno de los cuales presenta elementos que permiten al lector crear vínculos de empatía y elementos que los afianzan en su individualidad. Es así como Cien Años de Soledad nos introduce personajes y tramas de forma reiterativa, es decir, sus historias se repiten, pero con elementos decorativos distintos y con una temporalidad claramente diferente. Dos personajes que a mi juicio muestran estas características son José Arcadio Buendía (el primero) y Aureliano Buendía (el amante de Amaranta Úrsula). Ambos se enamoran de una mujer con la que están relacionados por sangre: Jos...

La Señora de las Burritas

Doña Marina cuidaba que la tortilla que tenía en el comal no se quemara mientras palmeaba el último poco de harina de maíz que le quedaba. Estaba concentrada en la tarea que tenía entre manos, de nada serviría que se le quemara lo último que tenía disponible en la despensa. Era la tercer semana que el país estaba en cuarentena. También era la tercer semana que no vendía las burritas que acostumbraba preparar desde las cuatro de la madrugada para comenzar a vender a las cinco y media en la esquina de la empresa de transporte. Eran famosas, sus burritas, rellenas de frijoles molidos, huevo y queso.   Los señores de los buses hacía fila para comprarle y todos aseguraban que era el mejor desayuno que se podía tener. Era un orgullo para Doña Marina que la señalaran como "la señora de las burritas de la esquina" porque si había algo que había aprendido de su mamá, era que uno debía trabajar duro, siempre buscando ser el mejor en lo que se hace. Y esas burritas las hacía con...