¿Alguna vez te has encontrado con un pulidor de estrellas? De vez en cuando, todos necesitamos acudir a nuestro pulidor, para limar las asperezas que se acumulan en las orillas de nuestra estrella.
Esa es la labor que desempeñan las narraciones que Emilio Rojas nos regala en su libro Pequeño Hombre. Pequeñas oportunidades de pulir nuestra estrella mientras reflexionamos sobre el amor, la amistad, el dolor, el tiempo, las flores y las estrellas.
Nos presenta personajes como el restaurador de máscaras, que poco a poco se convierte en el restaurador de corazones, al darse cuenta que las máscaras se ven afectadas por la profundidad de las heridas y las alegrías de cada vida; el vendedor de felicidad, que se termina percatando que puede ser feliz si compra de su propia mercancía; el pequeño hombre, que termina dándose cuenta de su propia fragilidad y de lo mucho que puede influenciar la vida de los que le rodean.
Pequeño Hombre es el tipo de libro que lees pedacito por pedacito, reflexionando cada frase y soñando con la siguiente.
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